Movimientos sociales

En Chile, a fines del siglo XIX, se vivió un período de prosperidad
económica que se prolongó hasta la década de 1920, pero que no logró mitigar la
situación de pobreza que afectaba a parte importante de la población.
Las primeras manifestaciones del
nuevo movimiento social, surgieron en los centros mineros, puertos y ciudades,
siendo los artesanos y obreros sus protagonistas y las mutuales, sus
organizaciones. Luego, con la transformación de las mutuales en mancomunales o
sociedades de resistencia, el surgimiento de partidos políticos obreros y la
aparición de líderes sindicales, se inició una etapa caracterizada por un mayor
contenido ideológico que radicalizó los postulados del movimiento.
En 1910, ya había más de 400
organizaciones mutualistas y un número creciente de sindicatos de trabajadores
de la metalurgia, de empleados ferroviarios y tipógrafos, entre otros. La
celebración del 1 de mayo (día mundial del
trabajador) fue, año a año, creciendo en convocatoria popular, para llegar a
reunir, en 1907, a más de 30 mil personas en las calles de Santiago.
Entre 1902 y 1908, hubo alrededor
de doscientas huelgas y la falta de respuestas positivas por parte de las
autoridades, provocó una escalada de movilizaciones sociales. La huelga portuaria de Valparaíso, en
1903, la huelga de la carne, en Santiago, el
año 1905, y la masacre
de la escuela Santa María de Iquique, en 1907, son ejemplos de las primeras
gestas reivindicativas del movimiento social chileno. En ellas hubo
participación no sólo de obreros y artesanos, sino también de sus mujeres e
hijos. Sin embargo, la masacre producida en Iquique frenó esta ola de huelgas.
En 1909, se fundó la Federación Obrera de Chile (FOCH) y en 1912,
nació el Partido
Obrero Socialista (POS), liderado por Luis Emilio
Recabarren, con lo que el movimiento social adquirió mayor consistencia
ideológica.
Las primeras reivindicaciones logradas por el movimiento
social fueron: el derecho al descanso dominical, mejoras en las viviendas
obreras y la Ley de Accidentes del Trabajo. Más tarde, el alto costo de la vida
motivó la organización de la Asamblea Obrera de la Alimentación que convocó a
las marchas del hambre en Santiago, en los
años 1918 y 1919.
Después de 1917, los sindicatos
obreros gozaron de un rápido crecimiento, registrándose unas ciento treinta
huelgas entre 1917 y 1920, a lo largo de todo Chile. En la región de Magallanes se
produjo una gran huelga y los estudiantes
universitarios, a través de la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), asumieron un rol activo,
desde 1920, en las luchas reivindicativas de la clase trabajadora. Por esos
años, también comienza la incorporación del campesinado en el movimiento social
chileno, que llegó en la década de 1930 a sus años de esplendor.
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